"Antes, los artistas eran muy solemnes arriba del escenario. Nosotros buscamos salir de esa solemnidad que generó una estructura medio de culto. Tenemos la sensación de que nuestro show en vivo puede enamorar a cualquier público", dijo a Télam el cantante Federico Schujman, quien consideró que ese aspecto es "una de las vueltas de tuerca" que se le puede dar a este género en la actualidad.
Formada a comienzos de 2011, Sambara sorprendió a la escena musical con su disco "Asomándose", en donde rescataba sonidos relacionados con el rock progresivo de los '70, en composiciones que recordaban al Charly García de La Máquina de Hacer Pájaros y Serú Girán, y a Spinetta Jade.
Integrado por Andrés Elijovich y Marcos Inchausti, en teclados; Ariel Schujman, en bajos; Gabriel Kerman, en guitarras; Julián Malosetti, en batería; y Federico Schujman, en voz; el grupo sumó en su segundo disco, producido por Mariano Otero, sonidos que dan cuenta de otras influencias provenientes del mundo del funk, el jazz y el rock.
Sin embargo, los dos aspectos más relevantes en Sambara son el uso del humor y el aspecto festivo de sus presentaciones, tal como señala el cantante, en su afán por desacralizar al rock progresivo; y su búsqueda permanente de nuevos sonidos que permitan romper con estructuras establecidas.
"Sentimos que hay un mercado que impulsa la búsqueda de un atajo, de hacer la canción más simple, más pegadiza. Ese tipo de búsquedas creo que no tienen el peso y la profundidad que para nosotros debería tener el arte", sostuvo Schujman.
Y añadió: "Los artistas nuevos tenemos que hacerle frente a ese vaciamiento cultural. Hay que poner cosas nuevas sobre la mesa y renovar la escena. Si un proyecto artístico anda bien, la maduración nunca termina. Nosotros cuando encontramos un lugar seguro tratamos de corrernos, porque creemos que el arte es irse del lugar seguro y probar algo nuevo".
En tanto, el show previsto para este domingo como presentación oficial de "Siempre hubo riesgo en el cielo" volverá a contar con una puesta especial que intentará resaltar el aspecto festivo mencionado.
"Vamos a hacer una intervención de Niceto en la que vamos a unificar el espacio del escenario con el del público con luces, visuales y una escenografía importante, porque tenemos la sensación de que el espectáculo en vivo es el ida y vuelta con la gente", anticipó el cantante, quien destacó que a los conciertos de Sambara "viene público que quizás no le guste tanto esta música, pero disfruta de la festividad que se arma".
Schujman señaló que este show encuentra a la banda "en el momento de mayor entusiasmo con el proyecto" y confió en que el rodaje que tienen en vivo las canciones del último disco permitirá contar con un sonido ajustado.
"Muchas veces, la presentación de discos es el peor show porque subís, tocás el disco por primera vez, hay temas que nunca tocaste en vivo, y resulta que a los diez shows te das cuenta que si lo presentás en ese momento rompés todo. Nosotros estamos tratando de evitar eso. Llegamos a Niceto con el disco muy tocado. Incluso, con el disco sonando hace un tiempo, así que la gente lo va a conocer", explicó.
El cantante reconoció que en el grupo "no hay virtuosos tocados por la varita", por lo que los obliga a ser "lo menos solemnes posible" y a no ubicarse "un escalón arriba de los demás, como ocurre con otros artistas".
"Vivimos lo más alegremente posible. En el género que tocamos, hay demasiada solemnidad y, por otro lado, el arte no tiene una sola interpretación y nos gusta jugar con eso. Creo que nos podemos entretener con cosas de mayor profundidad que, además de la risa, nos va a aportar otras cosas", advirtió el vocalista.
Al referirse a las comparaciones que ubican a Sambara como una lectura moderna de un estilo desarrollado por García y Spinetta, Schujman entendió que "sólo se trata de una referencia usada por el periodismo y los amigos".
"A veces, es la sencilla relacionarnos con esas referencias. Es indiscutible que nos influenciaron muchísimo, pero hay que abrir la escucha porque en este disco hay muchas otras cosas. Hay muchas influencias que están empezando a aparecer", dijo Schujman, quien mencionó en ese pasaje a Red Hot Chili Peppers, St. Vincent, Catupecu Machu y Sig Ragga, entre otros.
"Pasa que, como no hay muchas bandas haciendo este tipo de música, la gente de una generación que creció escuchando a Yes, Pink Floyd y Genesis, nos conoce y lo primero que piensa es que nos parecemos. Pero depende de nosotros generarnos una identidad propia en la que no haga falta trazar ese paralelo para definirnos. Esa es una manera de referenciarnos rápido", concluyó.
Formada a comienzos de 2011, Sambara sorprendió a la escena musical con su disco "Asomándose", en donde rescataba sonidos relacionados con el rock progresivo de los '70, en composiciones que recordaban al Charly García de La Máquina de Hacer Pájaros y Serú Girán, y a Spinetta Jade.
Integrado por Andrés Elijovich y Marcos Inchausti, en teclados; Ariel Schujman, en bajos; Gabriel Kerman, en guitarras; Julián Malosetti, en batería; y Federico Schujman, en voz; el grupo sumó en su segundo disco, producido por Mariano Otero, sonidos que dan cuenta de otras influencias provenientes del mundo del funk, el jazz y el rock.
Sin embargo, los dos aspectos más relevantes en Sambara son el uso del humor y el aspecto festivo de sus presentaciones, tal como señala el cantante, en su afán por desacralizar al rock progresivo; y su búsqueda permanente de nuevos sonidos que permitan romper con estructuras establecidas.
"Sentimos que hay un mercado que impulsa la búsqueda de un atajo, de hacer la canción más simple, más pegadiza. Ese tipo de búsquedas creo que no tienen el peso y la profundidad que para nosotros debería tener el arte", sostuvo Schujman.
Y añadió: "Los artistas nuevos tenemos que hacerle frente a ese vaciamiento cultural. Hay que poner cosas nuevas sobre la mesa y renovar la escena. Si un proyecto artístico anda bien, la maduración nunca termina. Nosotros cuando encontramos un lugar seguro tratamos de corrernos, porque creemos que el arte es irse del lugar seguro y probar algo nuevo".
En tanto, el show previsto para este domingo como presentación oficial de "Siempre hubo riesgo en el cielo" volverá a contar con una puesta especial que intentará resaltar el aspecto festivo mencionado.
"Vamos a hacer una intervención de Niceto en la que vamos a unificar el espacio del escenario con el del público con luces, visuales y una escenografía importante, porque tenemos la sensación de que el espectáculo en vivo es el ida y vuelta con la gente", anticipó el cantante, quien destacó que a los conciertos de Sambara "viene público que quizás no le guste tanto esta música, pero disfruta de la festividad que se arma".
Schujman señaló que este show encuentra a la banda "en el momento de mayor entusiasmo con el proyecto" y confió en que el rodaje que tienen en vivo las canciones del último disco permitirá contar con un sonido ajustado.
"Muchas veces, la presentación de discos es el peor show porque subís, tocás el disco por primera vez, hay temas que nunca tocaste en vivo, y resulta que a los diez shows te das cuenta que si lo presentás en ese momento rompés todo. Nosotros estamos tratando de evitar eso. Llegamos a Niceto con el disco muy tocado. Incluso, con el disco sonando hace un tiempo, así que la gente lo va a conocer", explicó.
El cantante reconoció que en el grupo "no hay virtuosos tocados por la varita", por lo que los obliga a ser "lo menos solemnes posible" y a no ubicarse "un escalón arriba de los demás, como ocurre con otros artistas".
"Vivimos lo más alegremente posible. En el género que tocamos, hay demasiada solemnidad y, por otro lado, el arte no tiene una sola interpretación y nos gusta jugar con eso. Creo que nos podemos entretener con cosas de mayor profundidad que, además de la risa, nos va a aportar otras cosas", advirtió el vocalista.
Al referirse a las comparaciones que ubican a Sambara como una lectura moderna de un estilo desarrollado por García y Spinetta, Schujman entendió que "sólo se trata de una referencia usada por el periodismo y los amigos".
"A veces, es la sencilla relacionarnos con esas referencias. Es indiscutible que nos influenciaron muchísimo, pero hay que abrir la escucha porque en este disco hay muchas otras cosas. Hay muchas influencias que están empezando a aparecer", dijo Schujman, quien mencionó en ese pasaje a Red Hot Chili Peppers, St. Vincent, Catupecu Machu y Sig Ragga, entre otros.
"Pasa que, como no hay muchas bandas haciendo este tipo de música, la gente de una generación que creció escuchando a Yes, Pink Floyd y Genesis, nos conoce y lo primero que piensa es que nos parecemos. Pero depende de nosotros generarnos una identidad propia en la que no haga falta trazar ese paralelo para definirnos. Esa es una manera de referenciarnos rápido", concluyó.
