28/06/2016 después del Brexit

Holanda rechazó celebrar un referéndum como el Brexit

El Parlamento holandés rechazó por amplia mayoría una propuesta para celebrar una votación sobre su permanencia en la UE, una iniciativa de la ultraderecha planteada a menos de una semana de la votación por la salida del Reino Unidos del bloque.

Sólo 14 de 75 parlamentarios holandeses respaldaron la propuesta del diputado ultraderechista Geert Wilders, del Partido de la Libertad (PVV), que lidera todos los sondeos para las elecciones de marzo de 2017, informó la agencia de noticias DPA.

La salida británica de la UE, que se impuso en un referéndum celebrado el jueves pasado, animó a líderes de de la ultraderecha xenófoba y euroescéptica -desde Francia hasta Grecia pasando por Suecia, Dinamarca o Polonia-, que reclamaron consultas similares.

Un día después del referéndum británico, con los resultados finales ofciales, Wilders fue el primero de los líderes europeos en manifestarse: escribió en inglés en su cuenta de Twitter: “¡Hurra a los británicos, ahora es nuestro turno, es hora de un referéndum holandés, adiós UE!”.

Wilders había llamado a que el gobierno holandés convocara lo antes posible a una votación sobre la salida de Holanda de la UE, a la que ya se ha bautizado, de manera similar al Brexit, como "Nexit", combinando las palabras en inglés para 'Holanda' y 'salida' ('Netherlands' y 'exit'). 

Sin embargo, un referéndum sobre la pertenencia holandesa no es posible en la actual situación legal.

El ultraderechista holandés, que creció a fuerza de atizar el odio a la inmigración y el discurso populista contra la UE, prometió que el tema más importante de su campaña electoral será la promesa de organizar un referéndum para sacar a Holanda del bloque comunitario.

Wilders quiere ser primer ministro en marzo para que Holanda, que fue miembro fundador del bloque en 1952, abandone la UE y con ella el euro. 

En 2014 presentó un estudio económico –redactado por contadores británicos– en el que aseguró que la salida de la UE provocaría un fuerte impulso a la economía holandesa.

Sergún sondeos holandeses, hasta un 47% respaldaría la petición de Wilders de organizar un referéndum, pero su partido quedaría lejos de conseguir los 76 diputados necesarios para convocar la consulta, porque ningún otro partido, por ahora, defiende la idea, ni siquiera la pequeña ultraizquierda euroescéptica, que aboga más bien por otra forma de UE.

El actual gobierno de Holanda, una coalición de liberales de derechas y socialdemócratas –que los sondeos dan por acabada en marzo próximo–, considera que Wilders no tendrá el apoyo necesario para convocar el referéndum si es que consigue gobernar. 

El primer ministro holandés, Mark Rutte, dijo el viernes pasado que para Holanda “es vital cooperar en el seno de la UE”.

Para que un referéndum de salida de la UE fuera legal –además de los votos– necesitaría una mayoría de dos tercios de los diputados holandeses, porque supondría una reforma constitucional. 
Wilders considera que si consigue ganar un referéndum, los diputados no votarán en el Parlamento contra la opinión de los ciudadanos en las urnas.

Los holandeses ya rechazaron en 2005, poco después de los franceses, el referéndum de ratificación de la nonata Constitución Europea, que acabó sustituida por el Tratado de Lisboa, ahora en vigor. 

Y en abril pasado, rechazaron en referéndum el tratado de asociación que la UE había firmado con Ucrania.